NUEVA YORK, Estados Unidos.- El estadio Arthur Ashe, el escenario más grande para el tenis en el mundo, presenta una novedad para este Abierto de Estados Unidos: una estructura de más de 6.000 toneladas de acero que será el sostén para el techo retráctil, que será instalado recién para 2016.
Mientras tanto, los tenistas que jueguen en la cancha principal del US Open tendrán que acostumbrarse a las diferentes sombras, los efectos del viento y hasta el ruido.
"La construcción es realmente impresionante. En la primera prueba que hice, noté que (la estructura) protege un poco más a la cancha del viento, por lo cual no estará tan revuelto. He jugado muchos partidos en los que era difícil controlar la pelota porque las condiciones eran muy ventosas. Ahora esto nos ayuda", apuntó el serbio Novak Djokovic, número uno del ranking mundial.
Grúas y cientos de obreros trabajaron desde el año pasado atravesando el frío y ventoso invierno neoyorquino para instalar en el perímetro del estadio Arthur Ashe las columnas de hierro pintadas de azul para sostener el techo.
"Es emocionante ver al US Open dando este enorme paso adelante", expresó el suizo Roger Federer, que el jueves pasado se entrenó en el Arthur Ashe a sol y sombra con el argentino Leonardo Mayer, su rival en el debut en el torneo.
El tiempo del proyecto para instalar el nuevo techo excedía los doce meses, por lo que en esta edición del US Open el estadio principal tiene dos "viseras" que cubren las tribunas y filtran los rayos del sol, mientras las otras dos que no están terminadas pueden provocar molestias al momento del saque.
"Era muy temprano y había mucha diferencia entre el sol y la sombra, era muy incómodo", contó Mayer a DPA. "Nos dijeron que después de las 11 de la mañana, que es la hora en que empiezan los partidos, se pone todo el sol desde arriba y se empareja, por lo que no debería molestar", agregó el argentino.
El escocés Andy Murray pudo practicar más de una vez en diferentes horarios y detalló las particularidades en los días soleados.
"Es muy diferente, porque la cancha está diferente según pasan las horas. Desde las tres de la tarde se pone la sombra, pero antes de las 11 y hasta la una hay sombra de un lado y sol del otro, lo cual son condiciones diferentes. A la una no hay nada de sombra y estás jugando bajo el calor. No es algo malo, pero cambiarán las condiciones de la cancha", precisó el número tres del ranking mundial.
Para el campeón defensor, el croata Marin Cilic, el nuevo Arthur Ashe "es increíble". "Va a ser una experiencia totalmente diferente poder jugar en ese estadio. En la práctica noté que había mucho menos viento que el año pasado", comparó Cilic.
"No tuve la oportunidad de practicar ahí todavía, pero la estructura me parece espectacular", contó Serena Williams, que debutará el lunes por la noche en el Arthur Ashe.
Además de la corriente y el balance de luz, el nuevo cambio arquitectónico también afectará la acústica del estadio.
"Siempre en mis partidos nocturnos hay mucho ruido, así que será interesante ver cómo será este año, aunque no creo que me afecte al juego", dijo Williams.
Protegidos del viento y teniendo que adaptarse a la exposición del sol, los tenistas esperan con ansias a 2016, cuando el techo del Ashe esté finalizado y no existan las postergaciones por lluvias.
"Seguramente el año que viene cuando esté el techo será muy diferente", agregó Williams, que ganó seis veces el trofeo en el estadio descapotado.